Montenegro: Un día en la Bahía de Kotor, un PARAÍSO entre montañas.

 

Déjame hacerte una pregunta, querido lector: ¿qué te viene a la cabeza cuando piensas en el nombre "Montenegro? Quizá visualices una ciudad con bloques de edificios comunistas, un país pobre sin nada interesante. 

No se podría estar más equivocado.

Montenegro es uno de los enclaves naturales más espectaculares que he visto nunca, el que es conocido como el fiordo más meridional de Europa, que abraza a encantadores pueblos como son Kotor, Perast, Tivat o Herceg Novi. Yo tuve la oportunidad de visitar en una excursión desde Dubrovnik las dos primeras y una tercera llamada Budva.

¡Acompáñame a conocer uno de los paisajes más increíbles de Europa!

Mi excursión de un día a Montenegro

El fiordo de Kotor es una incursión del Mar Adriático en tierra montenegrina, chocando con unas imponentes montañas escarpadas. Por el camino en minibús, ya pude ir viendo paisajes impresionantes.

Destino 1: Perast

Perast es el más pequeño de todos los pueblos del fiordo. Situado en el corazón de este, destaca (más allá de por su entorno natural) por las dos islas artificiales construidas en el medio del mar. Ante la opción de elegir ir a la isla o pasear por la aldea, decidí quedarme dando una vuelta en tierra firme.

Fiordo de Kotor a su paso por Perast

Las dos islas artificiales

Perast

Perast

Destino 2: Kotor

La preciosa ciudad de Kotor da nombre a todo el fiordo, y es el destino más interesante de este. 

Se trata de un maravilloso pueblo amurallado con casas venecianas de tejados rojos, catedrales y una imagen pintoresca en cada esquina. Pasé aquí dos horas que disfruté al máximo.

Vista de la Torre Kampana, de las murallas de Kotor

¡Entramos a Kotor!

Puerta de entrada a la ciudad amurallada. El acceso cuesta 1€.

Plaza del Reloj de Kotor: El principal punto de la ciudad. La protagonista es la esbelta torre del reloj que se alza en el centro.

Callejuelas: Son muy pintorescas y me recordaron lejanamente a las de Dubrovnik. De hecho, me sorprendió que unas pocas de estas estuvieran en mejor estado de conservación que algunas de la ciudad croata.

Buscar tu rincón especial: Eso es lo que yo consideraría actividad número uno en la ciudad, buscar entre las calles y los monumentos alguna esquinita que te acabe de conquistar. ¡Yo encontré muchas placitas y patios que me encantaron!

Plaza de la Catedral de San Trifón: Otro de los lugares más bonitos de toda la ciudad. Voy a aprovechar este momento para mencionar lo único que no me gustó de la ciudad: los gatos. Odio los gatos, y más si son callejeros, ¡y Kotor está llena llenita, pero hasta puntos inimaginables! Tengo una foto en la que se puede ver a nueve gatos sueltos por una plaza.

¡Te propongo un reto! Encuentra los cinco gatos de la fotografía

Murallas de Kotor: Kotor tiene unas murallas gigantescas que suben toda la colina. Lamentablemente, no tuve tiempo para visitar esas, pero sí pude echar un vistazo desde la Torre Kampana.

Vistas desde la Torre Kampana

Kotor es un destino precioso, realmente recomendable para una excursión de un día desde Dubrovnik. Escoge un tour que incluya tanto esta como Perast, ¡pero te aconsejaría que intentases no ir a la ciudad de Budva!

Parada 3: Budva

Solo podría definir a Budva como horrible, como una ciudad con un casco antiguo interesante que ha sido sobreexplotado, y que está rodeada de rascacielos realmente feos. Un sitio del que solamente voy a colgar las mejores fotos que tengo y ya que cada uno saque sus conclusiones. 

El creador de contenido en Youtube V de Viajar definió Budva como "un Benidorm ruso venido a cutre". Tristemente, y por muy poco que me guste hablar mal de las ciudades y que afirme que todas tienen algo único, creo que está cita sí que capta lo que es la ciudad. Lo siento, Budva.

Paseo marítimo de Budva

Vistas del centro histórico desde el mirador Citadella. Al fondo, se puede ver perfectamente a lo que me refiero.

¡Esto es todo de mi maravillosa experiencia en Montenegro! Con sus cosas excepcionales como son el fiordo o Kotor y con sus cosas que no tanto, es una visita que recomiendo enérgicamente.